Con Domínguez out y D'Alesssandro imposible, Lanzini, que vuelve de Fluminense, puede ser una de las alternativas para Almeyda si pretende jugar con un diez clásico.
En un fútbol con escasa presencia de enganches, River no es la excepción. Históricamente, el Millo se ha caracterizado por jugar con un armador de juego, con un hombre que se calce el equipo al hombro y maneje los hilos. Sin embargo, con cada vez menos intérpretes en ese puesto, la situación se complica. Incluso para el elenco de Núñez.
Si bien no era un diez clásico, Alejandro Domínguez podía aportar en algún punto ese estilo. Era una manera de acercarse a ese ideal. Pero, Almeyda optó por prescindir de sus servicios de cara a la próxima temporada. Ahora, con el mercado de pases abierto, se pueden hacer incorporaciones, aunque no es sencillo encontrar un representante de jerarquía en esa posición. El sueño eterno de River es repatriar a Andrés D'Alessandro, actualmente en Inter de Porto Alegre, aunque el monto económico que tendría que desembolsar el Millo es muy alto. No está dentro de sus posibilidades.”Es casi imposible”, había manifestado el propio Almeyda hace algunos días.
Ante este panorama, el que asoma con posibilidades para poder ocupar ese puesto es Manuel Lanzini, que jugó en Fluminense durante la última temporada (35 partidos y cinco goles). Manu, surgido de las inferiores del Millo, estuvo en Brasil durante un año para adquirir mayor experiencia. El Flu lo dejó ir porque no podía afrontar la opción de compra de 15 millones de euros (la renovación de un segundo préstamo sí estaba dispuesto a hacerla). Con apenas 19 años, está planteada la duda acerca de si Lanzini puede ser ese organizador de juego de este nuevo River. Ese enganche, en extinción durante estos días. ¿Te va la diez, Manu?
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