Después de dos partidos a estadio semivacío, River convulsionó Mar del Plata y se prepara para copar el José María Minella. En la playa, en el centro y -ahora- en las cercanías de la cancha, el rojo y blanco polarizó la ciudad.
No pudieron San Lorenzo-Independiente. Mucho menos Racing-Estudiantes. En los dos primeros partidos de los Torneos de Verano 2012, no hubo equipo capaz de llenar el estadio Mundialista de Mar del Plata. Ni siquiera de ocupar la mitad de su capacidad. ¿Un tercio? Sería mucho decir.
En cambio, la llegada de River a la ciudad generó el shock que La Feliz necesitaba para empezar a delirar. Ayer, más de 500 personas aguardaron el arribo del plantel de Matías Almeyda en la puerta del hotel Sheraton. Y hoy, la ciudad amaneció teñida de rojo y blanco. Aunque no precisamente por los colores de Estudiantes...
El primer punto de Mar del Plata que esta mañana quedó polarizado de hinchas de River fue la Liga Marplatense. Allí, la venta de entradas no tuvo las dos cuadras de cola que sí tuvo el viernes, pero el ritmo de expendio fue incesante. A tal punto que los policías que organizaban a los hinchas temieron que la llegada de gente se acrecentara con el correr del tiempo y decidieron cerrar las ventanillas varios minutos antes de las 13, como estaba estipulado.
"Nos tenemos que ir a organizar el operativo al estadio", esgrimieron, ante el reclamo de los hinchas que llegaban creyendo -con razón- que estaban a tiempo. El segundo punto, claro, fueron las playas. Las del centro, las de Punta Mogotes o las que fueran, en todas se multiplicaron las camisetas de La Banda.
Y ahora, con el inminente inicio del partido, la masa de hinchas de River se movilizó para la zona del estadio. A falta de más de una hora para que inicie el encuentro, la cantidad de gente que se amontona en los accesos entusiasma a los organizadores con lograr el primer escenario con un marco acorde al fútbol argentino. Con un marco acorde a una hinchada en serio.
En cambio, la llegada de River a la ciudad generó el shock que La Feliz necesitaba para empezar a delirar. Ayer, más de 500 personas aguardaron el arribo del plantel de Matías Almeyda en la puerta del hotel Sheraton. Y hoy, la ciudad amaneció teñida de rojo y blanco. Aunque no precisamente por los colores de Estudiantes...
El primer punto de Mar del Plata que esta mañana quedó polarizado de hinchas de River fue la Liga Marplatense. Allí, la venta de entradas no tuvo las dos cuadras de cola que sí tuvo el viernes, pero el ritmo de expendio fue incesante. A tal punto que los policías que organizaban a los hinchas temieron que la llegada de gente se acrecentara con el correr del tiempo y decidieron cerrar las ventanillas varios minutos antes de las 13, como estaba estipulado.
"Nos tenemos que ir a organizar el operativo al estadio", esgrimieron, ante el reclamo de los hinchas que llegaban creyendo -con razón- que estaban a tiempo. El segundo punto, claro, fueron las playas. Las del centro, las de Punta Mogotes o las que fueran, en todas se multiplicaron las camisetas de La Banda.
Y ahora, con el inminente inicio del partido, la masa de hinchas de River se movilizó para la zona del estadio. A falta de más de una hora para que inicie el encuentro, la cantidad de gente que se amontona en los accesos entusiasma a los organizadores con lograr el primer escenario con un marco acorde al fútbol argentino. Con un marco acorde a una hinchada en serio.
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